Valoraci? del comportamiento de las partes en el proceso

La valoraci? judicial del comportamiento de las partes dentro del proceso ha adquirido en los ?timos tiempos un importante lugar en los estudios de derecho procesal. Particularmente desde una perspectiva probatoria la conducta de las partes ha alcanzado una notoriedad en cuanto a su relaci? con el llamado deber de buena fe procesal o tambi? conocido como principio de moralidad procesal. En este sentido, se afirma que la conducta procesal de las partes que contrar? los imperativos abiertos e indeterminados que se deducen de la buena fe y moralidad procesal (entre ellos la colaboraci?), puede llegar a transformarse en elemento de convicci? para que el juez decida el fondo de la causa, bien como elemento corroborante de prueba o como un elemento suficiente para la acreditaci?-desacreditaci? de los hechos controvertidos, participando, adem?, en la categor? de sanci? a la parte que no colabora con la b?queda de la justicia y la verdad. En atenci? al poder general que se le otorga al juez, bien por v? normativa (norma expresa) o bien por v? de construcci? de normas (inexpresas). Todo esto, a nuestro parecer, bajo una falta de rigor y racionalidad en cuanto al contexto donde se utiliza este tipo de tesis: el proceso. Para desarrollar las ideas que nos convocan creemos necesario se?lar qu?entendemos por proceso, pues de ello depender?la l?ea argumentativa de esta monograf?. As?pues, entendemos que el proceso es m?odo, espec?icamente un medio pac?ico de debate dial?tico entre dos antagonistas en perfecto pie de igualdad (para descartar el uso de la fuerza) ante un tercero (que, como tal, es impartial, imparcial e independiente) que heterocompondr?el litigio si es que no se disuelve por alguna de las v?s posibles de autocomposici?. La idea dial?tica del proceso como medio o m?odo de debate, permite una claridad previa para iniciar una discusi? sobre temas controversiales. La prueba es uno de esos temas, m? aun cuando se la relaciona con la conducta de las partes dentro de este m?odo (el proceso). Sin desconocer que el proceso genera una relaci? jur?ica (von B?ow), as?como tambi? situaciones jur?icas (Goldschmidt), decir que el proceso es un m?odo de debate dial?tico, en el sentido antes enunciado, permite una claridad previa para su estudio. Como m?odo se manifiesta con rigor y para que siga siendo lo que est?llamado a ser debe observar principios. Para que el proceso pueda ser identificado como una categor? jur?ica ?ica e irrepetible de cualquier otra forma que exista de solucionar conflictos, se hace menester formular principios necesarios para lograrlo (lo que) implica tanto como trazar l?eas directivas fundamentales que deben ser imprescindiblemente respetadas para lograr el m?imo de coherencia que supone todo sistema. La buena fe procesal, entendida como principio (principio de moralidad procesal), es a menudo justificada desde un concepto m? amplio de buena fe, fundamentalmente desde aquel concepto del derecho privado e incluso, como una m?ima que debe gobernar todo tipo de relaci? jur?ica; por ejemplo se?la Chiovenda que lo mismo que cualquier relaci? jur?ica o social, la relaci? procesal debe ser regida por la buena fe. Sobre el principio de moralidad o buena fe procesal nos vamos a detener en el desarrollo del texto teniendo en cuenta lo manifestado en esta introducci? y su relaci? con un tema incluido en la prueba procesal. En espec?ico, con el valor probatorio o de convicci? de la conducta procesal de las partes cuando desde normas generales es considerada contraria al principio de moralidad (al deber de buena fe procesal, probidad, lealtad, deber de decir la verdad o deber de veracidad, etc.) infiri?dose, total o parcialmente de la conducta de una de las partes, alguna consecuencia determinante de la prueba o del resultado del proceso...

Author: Jorge I Gonz?ez Carvajal

Publisher: Amazon Digital Services LLC - Kdp

Publication Date: Jan 15, 2019

Number of Pages: 248 pages

Language: Spanish

Binding: Paperback

ISBN-10: 9807561086

ISBN-13: 9789807561082