El Coleccionista

Desde tiempos inmemoriales el arte reflej? el tama?o del pene como algo representativo de fecundaci?n y no de belleza, por lo que generalmente se exageraba su tama?o a la hora de reproducirlo en piedras y otros materiales. Sin embargo, en el Renacimiento Miguel ?ngel fue muy exquisito al dotar a su escultura m?s famosa de un miembro, no por descriptivo y peque?o, menos bello, como suced?a con las reproducciones f?licas de sus antecesores, el pintor-escultor supo ver la humanidad del hombre m?s all? del tama?o de un pene. Esto no fue motivo para "restar" belleza a David, una de las estatuas m?s logradas del mundo. Siempre debi? ser as?, el tama?o de un pene no debi? convertirse en una pena, como bien dice William Arias, el autor de esta novela titulada El Coleccionista, que inicia con un juicio que se le hace a un presunto asesino, al que todos quieren "linchar".