El yate del deseo

Lo de Cedric y Judy no empez? con buen pie. Despu?s de lo sucedido, nadie hubiese apostado por su amor en alta mar, a bordo del All Oceans.

JUDY
Hice una entrevista de trabajo para la empresa de Cedric Constantine y no consegu? el puesto.
Y para colmo, mi jefe se enter?, gracias a la poca discreci?n de ese presuntuoso millonario de Constantine.
Pensaba olvidarme pronto de ?l, pero he de venderle un yate.
Eso, me temo, me traer? nuevos problemas.

CEDRIC
Todo mal con Judy Collins, pero estoy dispuesto a arreglar las cosas.
Es evidente que me odia.
Pero si la ?nica manera de que me perdone y acepte salir conmigo es gastarme ocho millones en un yate, que as? sea!

Nueva historia de Millonarios de Manhattan. Todas las entregas son autoconclusivas y se centran en una pareja distinta!