El Jardín del Jazmín: El peregrinaje de un corazón agradecido

Lejos estaban su hogar, su familia, y el recuerdo de su padre, que lo atormentaba a la vez que, en sus palabras, a veces hallaba alguna paz.

No ve?a futuro delante de ?l, salvo el de alejarse todo lo posible de las monta?as del monasterio Wudang, hogar de los sabios monjes, y viajar hacia el este, para encontrar el mar, y un ma?ana posible.

Con ?l s?lo iban las ense?anzas de sus ancestros, las antiguas agujas de acupuntura de bronce, y el eco del viento en las inmensas monta?as que lo vieron crecer, impuls?ndolo a dar el siguiente paso, a no rendirse, y a hacer de cada uno de sus latidos un recordatorio de que sus ra?ces eran las de un ?rbol que se extend?a hacia donde ?l no pod?a ver a?n.

Delante de ?l lo esperaba m?s que el mar.

Lo esperaba su destino.