Pan que habla

En la ciudad se ha soltado un peligroso nahual; un corredor que ignor? el toque de queda se encontr?, al principio de su carrera, la cabeza despelucada de Meri Crismas, y eso bast? para que los habitantes de la ciudad cayeran en una histeria colectiva. Entre eso, el personaje de Pan que habla intenta dar luz a una mamarrachada -un quiquiriqu? en particular, que es una mamarrachada muy fina-, mientras describe el mundo en el que vive y sue?a -o sue?a y vive- como si se tratara de La ciencia del sue?o, de Michel Gondry. Animales que se confunden con personas, personas que podr?an ser animales, tortillas que protagonizan pel?culas... En Pan que habla, Fernando G. P. nos va descubriendo un universo sin l?mites l?gicos, absurdo y al mismo tiempo hermoso y novedoso, en donde los personajes hablan un idioma liminar y revelador. Una mezcla de Lynch y Gondry, as? es Pan que habla, una novela que se lee y se ve; una novela que es como tener cine en la cabeza. (Jorge D?az Barajas, editor)

Si no fuera un clich?, dir?a que estamos ante un Bildungsroman cortito, un coming of age gamberro y de barrio. Y esa mirada hacia lo que queda atr?s se llena de ternura, de a?oranza de los que se alejan, de aventuras imaginarias que la adolescencia magnifica y de peligros reales que la inexperiencia nos impidi? ver. La novela comienza con el anuncio de un advenimiento, pero, quiz?s, lo que hace es homenajear un abandono: el fin de una etapa cuyo centro gravitacional es una casa "de cuatro cuartos, dos ba?os, cocina abierta, dos balcones y sala de estar" en la que todos creen tonto o sordo al protagonista. En esa casa, entre profetas borrachos, fil?ntropos ped?filos y vulvas geol?gicas, la cotidianidad late con banalidad reconfortante. Aunque el pan que habla est? a punto de llegar y el autor se r?a con eso de realismos m?gicos y dimensiones m?ticas de la realidad latinoamericana, nada de especial tienen esos padres que se pelean, no hay una historia "guau" en esa hermana mayor, no encontramos ning?n valor encarnado en esos camaradas inseparables o esas mascotas humanizadas. Lo que desprenden todas esas figuras es la autenticidad de lo cotidiano. Y solo hay una manera de captar la autenticidad mientras se est? contando un chiste tan largo y tan malo como la vida misma: con mucha ternura. (Daniel V?zquez Touri?o, Universidad Masaryk)

"Por lo general, se considera que los chistes se benefician de la brevedad, ya que no contienen m?s detalles que los necesarios para preparar la escena para el remate final. En el caso de los chistes de adivinanzas o de una sola l?nea, el escenario se entiende impl?citamente, dejando solo el di?logo y el remate para ser verbalizado. Sin embargo, la subversi?n de estas y otras pautas comunes tambi?n puede ser una fuente de humor: las historias sin ton ni son son una clase propia de anti-chiste; aunque se presenta como un chiste, contiene una larga narraci?n del tiempo, el lugar y el personaje, divaga a trav?s de muchas inclusiones sin sentido y, finalmente, no ofrece un remate." (Wikipedia)

Author: Fernando G. P.

Publisher: Independently Published

Publication Date: May 02, 2023

Number of Pages: 106 pages

Binding: Paperback or Softback

ISBN-10: NA

ISBN-13: 9798393260408