Una tierra de casi ocho millones de kil?metros cuadrados se encuentra desde tiempos inmemoriales en el flanco sur del planeta, tan aislada que permaneci? casi completamente fuera del conocimiento europeo hasta 1770. A partir de entonces, sin embargo, la subyugaci?n de Australia tendr?a lugar con rapidez. En menos de veinte a?os desde que se establecieron los primeros asentamientos brit?nicos, la presencia brit?nica en Terra Australis estaba asegurada, y ninguna otra potencia importante ten?a probabilidades de presentar un desaf?o. En 1815, Napole?n ser?a derrotado en Waterloo, y poco despu?s estar?a de pie sobre los ?ridos acantilados de Santa Helena, con la mirada puesta al otro lado del infinito Atl?ntico. Los franceses, sin una flota, estaban fuera del panorama, los alemanes todav?a no establec?an un estado unificado -mucho menos un imperio ultramarino de alguna importancia-, y los holandeses ya no se contaban entre las principales potencias europeas.
Australia se encontraba a una enorme distancia de Londres, y su administraci?n era apenas supervisada. As?, su desarrollo fue lento al principio, y su funci?n continu? siendo estrechamente definida, pero a medida que avanzaba el siglo XIX y la paz se afianzaba en Europa, las cosas comenzaron a cambiar. La inmigraci?n fue constante y las peque?as semillas de poblaci?n europea en el continente crecieron progresivamente. Al mismo tiempo, la Marina Real contaba entonces con enormes recursos de hombres y embarcaciones, en un momento en el que no hab?a guerra que librar. Por tanto, se contrat? a los marineros brit?nicos para trabajo de reconocimiento y exploraci?n, y las grandes extensiones de Australia atrajeron particular inter?s. Fue una ?poca, una era, emocionante: el mundo estaba cayendo lentamente bajo la influencia y dominio europeo, y Gran Breta?a emerg?a r?pidamente como su l?der.
En ese momento, los ingleses eran el mayor poder naval en Europa, pero aparecieron en escena bastante tarde. El primero en aparecer fue William Dampier, capit?n del HMS Roebuck, en 1699, luego de que el rey Guillermo III le concediera una Comisi?n Real para explorar la costa este de "Nueva Holanda". Para entonces, el equilibrio de poder global en general estaba cambiando, y al afianzarse los ingleses s?lidamente en la India, comenz? su supremac?a en la zona comercial del oc?ano ?ndico.
Los holandeses, otrora predominantes en la regi?n, comenzaron a perder terreno lentamente y salieron de la contienda como una potencia comercial de importancia mundial. Igual sucedi? con los portugueses, quienes tambi?n hab?an sido predominantes en la regi?n. Ahora eran solo los franceses y los ingleses quienes se enfrentaban entre s? en la lucha por dominar el mundo, pero los intereses imperiales se concentraron principalmente en la India y las Indias Orientales, as? como en el Caribe y las Am?ricas. Como resultado, el potencial de un vasto y pr?cticamente deshabitado continente meridional todav?a no despertaba inter?s.
Para entonces, el mundo estaba en gran parte cartografiado, y solo regiones como el Archipi?lago ?rtico y los dos polos continuaban siendo terra incognita. Quedaban algunos vac?os por completar aqu? y all?, pero todos los detalles esenciales eran conocidos. Al mismo tiempo, estaba en juego mucha energ?a imperialista en Europa, particularmente en Gran Breta?a. Con cuantiosos activos disponibles incluso en tiempos de paz, se lanzaron expediciones cient?ficas y de exploraci?n en todas direcciones. Esto se hizo no solo para reclamar la propiedad del campo de la exploraci?n global, sino tambi?n para socavar las ambiciones imperiales de otros, en particular de los franceses.
| Author: Areani Moros |
| Publisher: Independently Published |
| Publication Date: Feb 14, 2021 |
| Number of Pages: 118 pages |
| Binding: Paperback or Softback |
| ISBN-10: NA |
| ISBN-13: 9798709376243 |