El Principito: (Edición a color)

Se ha ignorado el hecho de que el tempestuoso ?xito de El Principito, entre innumerables lectores de todo el mundo -existe m?s de 300 ediciones en casi todas las lenguas-, puede atribuirse tambi?n a la hist?rica influencia de la obra de Nietzsche desde varios puntos de vista importantes. No es descabellado afirmar que, la aparici?n de El Principito, en 1943, cobra importancia y contexto a partir de los impulsos de Nietzsche por dejar testimonios a fines del siglo xix de una ?poca de la cultura donde ya estaba avanzada la historia del destornillamiento de la ascesis espiritual (el paso de la metaf?sica mitol?gica a la fenomenolog?a del ser-ah? en la estrella). En vez de un Dios que r?e, evocado por Nietzsche cuatro d?cadas despu?s, aparece El Principito triste y nost?lgico con la capacidad tambi?n de re?r y amar. (?ngel Vel?zquez Callejas)

Si hemos de llegar a una conclusi?n de lo que se contempla, independientemente de la ficci?n, es la construcci?n de la forma -fruto de la personalidad art?stica del artista-, siempre abierta, heterog?nea, metam?rfica, fiel a s? misma, conteniendo asimismo los principios con los que iniciar una din?mica de cambios. Y siendo a su vez polis?mica implica que las mismas miradas no pueden ser m?s que plurales.

En definitiva, el riguroso esfuerzo ha tenido una consagraci?n en la culminaci?n de un proyecto que partiendo de la naturaleza de la infancia, la que todav?a vive en todas las edades del hombre, se convierte en manos de Felipe Alarc?n en un marco pict?rico de ensue?o, utop?a, esperanza, deslumbramiento, imaginaci?n y quimera. (Gregorio Vigil-Escalera)