Culturea

Bajo el p?rtico de la quinta llamada Tanglewood, una hermosa ma?ana de oto?o estaba reunido un alegre grupo de chiquillos, y en medio de ellos estaba en pie un joven alto. Hab?an proyectado una...

Al ser hoy en d?a los hombres de ingenio tan numerosos y penetrantes, parece que los jerarcas de la Iglesia y el Estado empiezan a ser v?ctimas de horribles aprensiones, no sea que esos caballeros,...

Dedico a Vds. el primer tomo de esta colecci?n de mis OBRAS, en se?al de agradecimiento al est?mulo y ayuda que me han prestado para ordenarlas y publicarlas tan cuidadosa y elegantemente, con su...

Hab?a soportado lo mejor posible los mil peque?os agravios de Fortunato; pero cuando se atrevi? a llegar hasta el ultraje, jur? que hab?a de vengarme. Vosotros, que tan bien conoc?is mi temperamento,...

Maxim... (He olvidado su apellido paterno, tenga la bondad de excusarme por ello). Excuse y perdone a este viejo viejales y a esta absurda alma humana por atreverse a importunarle con sus lamentables...

Eran las cuatro de la madrugada. El sol ba?aba con sus primeros rayos dorados la espaciosa estepa que, cubierta de roc?o, refulg?a como salpicada de diminutos brillantes. La niebla, ahuyentada por la...

Por el hielo espejeante patinan las botas de montar masculinas y las botas de ribetes femeninas. Los pies que patinan son tantos que, si estuvieran en China, no alcanzar?an para ?stos los palos de...

Muchas casas he visto en mi vida: grandes y peque?as, de piedra y de madera, viejas y nuevas; pero una de ellas llevo especialmente grabada en la memoria. En realidad, no es una casa sino una casita...

- Que se los lleve el diablo! Llegas del servicio a la casa con un hambre de perro, y sabe el diablo qu? te dan de comer! Y decirlo a?n no se puede! Lo dices, y enseguida el llanto, las l?grimas! ...

Nunca podr? decirse que la infeliz Eva omiti? ning?n medio l?cito de zafarse de aquel tunantuelo de Amor, que la persegu?a sin dejarle punto de reposo. Empez? poniendo tierra en medio, viajando para...

Era el martes de carnaval. N?bel acababa de entrar en el corso, ya al oscurecer, y mientras deshac?a un paquete de serpentinas, mir? al carruaje de delante. Extra?ado de una cara que no hab?a visto...

Permitidme que, por el momento, me llame a m? mismo William Wilson. Esta blanca p?gina no debe ser manchada con mi verdadero nombre. Demasiado ha sido ya objeto del escarnio, del horror, del odio de...

En aquellos d?as de angustia y zozobra, surcados por rel?mpagos de entusiasmo a los cuales segu?a el negro horror de las tinieblas y la fat?dica visi?n del desastre inmenso; en aquellos d?as que, a...

Cuando la razapa entr?, cargada con el haz de le?a que acababa de merodear en el monte del se?or amo, el t?o Clodio no levant? la cabeza, entregado a la ocupaci?n de picar un cigarro, sirvi?ndose, en...

Un labrador ten?a dos hijos, el mayor de los cuales era muy listo y entendido y sab?a muy bien a qu? atenerse en todo, pero el menor era tonto y no entend?a ni aprend?a nada y cuando le ve?an las...

En otro tiempo viv?a un hombre que ten?a hermosas casas en la ciudad y en el campo, vajilla de oro y plata, muebles muy adornados y carrozas doradas; pero, por desgracia, su barba era azul, color que...

Mientras resid? en la corte desempe?ando mi modesto empleo de doce mil en las oficinas de Hacienda, pocas noches recuerdo haber faltado al para?so del teatro Real. La m?dica suma de una peseta...

" Era un domingo de verano; domingo tras una semana laboriosa; verano como corona de un invierno duro. El campo estaba sobre fondo verde vestido de florecillas rojas, y el d?a convidando a tenderse...

" Era un domingo de verano; domingo tras una semana laboriosa; verano como corona de un invierno duro. El campo estaba sobre fondo verde vestido de florecillas rojas, y el d?a convidando a tenderse...

Bajo el manto de estrellas de una noche espl?ndida y glacial, Roma se extiende mostrando a trechos la mancha de sombra de sus misteriosos jardines de cipreses y laureles seculares que tantas cosas...

El d?a era radiante. Sobre las m?rgenes del r?o flotaba desde el amanecer una bruma sutil, arg?ntea, pronto bebida por el sol. Y como el luminar iba picando m?s de lo justo, los expedicionarios...

Preso y en v?speras de ser fusilado!... Bah! Siento, s?, y me duele en el alma este est?pido desenlace; pero juro ante Dios que har?a saltar de nuevo el coche si el gerente estuviese dentro. Qu?...

Los ?ltimos fr?os del invierno ceden el paso a la estaci?n primaveral, y algo de fluido germinador flota en la atm?sfera y sube al pur?simo azul del firmamento. La gente, volviendo de misa o del...

Al finalizar el siglo XVIII, fue terror de la Sierra Grande que dominaba desde su misteriosa guarida del Champaqu?, el bandido cordob?s Nazario Lucero. El cerro famoso, con su laguna que "brama"...

16 de julio de 1833. ?ste es un aniversario memorable para m?. En esta fecha celebro mi cumplea?os trescientos veintitr?s! El Jud?o Errante? Por supuesto que no. Sobre su cabeza han pasado m?s de...

El d?a que encontr? esta leyenda en una cr?nica franciscana, cuyas hojas amarillentas soltaban sobre mis dedos curiosos el polvillo fin?simo que revela los trabajos de la polilla, qued?me un rato...

La caravana se alej?, dejando al camellero enfermo abandonado al pie del pozo. All? las caravanas hacen alto siempre, por la fama del agua, de la cual se refieren mil consejas. Seg?n unos, al...

Durante un d?a entero de oto?o, oscuro, sombr?o, silencioso, en que las nubes se cern?an pesadas y opresoras en los cielos, hab?a yo cruzado solo, a caballo, a trav?s de una extensi?n singularmente...

Durante una excursi?n a pie que hice el verano ?ltimo por uno o dos de los condados ribere?os de Nueva York, me encontr?, al declinar el d?a, algo desconcertado respecto a la ruta a seguir. La tierra...

La afici?n al folk--lore va cundiendo por todas partes. Se coleccionan los romances, baladas y leyendas, los raptos l?ricos del pueblo, los refranes, los enigmas y acertijos, y los cuentos, an?cdotas...