Culturea

La historia de un arroyo, hasta la del m?s peque?o que nace y se pierde entre el musgo, es la historia del infinito. Sus gotas centelleantes han atravesado el granito, la roca calc?rea y la arcilla;...

" 1. Car?cter e Intelecto: los 2 polos de nuestra capacidad, una sin la otra son la mitad de la felicidad. El Intelecto no es suficiente, el Car?cter es necesario. 2. No digas nada: El valor de tus...

" La sabidur?a pr?ctica necesaria para sobrevivir en un mundo competitivo El Arte de la prudencia resume en trescientas frases una buena parte de la sabidur?a pr?ctica que permite triunfar en un...

1. Car?cter e Intelecto: los 2 polos de nuestra capacidad, una sin la otra son la mitad de la felicidad. El Intelecto no es suficiente, el Car?cter es necesario. 2. No digas nada: El valor de tus...

Ya eran las nueve. La peque?a ciudad de Vauchamp acababa de meterse en la cama, muda y oscura, bajo la glacial lluvia de noviembre. En la calle de R?collets, una de las m?s estrechas y menos...

La persona realmente peculiar con la cual me dispongo a entretener al lector por algunos instantes, es decir, mi t?o, era uno de esos individuos distinguidos por la naturaleza, para quienes el...

La sabidur?a de la vida como doctrina bien podr?a ser sin?nima de la eudem?nica. Deber?a ense?ar a vivir lo m?s felizmente posible y, en concreto, resolver esta tarea a?n bajo dos restricciones: a...

Por consiguiente, ya en la infancia se asientan las s?lidas bases de nuestra concepci?n del mundo y, por tanto, tambi?n la superficialidad o profundidad de la misma: despu?s se desarrollar? y se...

El padre Jer?nimo de Matamala, uno de los frailes m?s discretos del convento de franciscanos de Oca?a, hombre de genio festivo y arregladas costumbres, dej? la esculpida y lustrosa silla del coro en...

No hay ning?n car?cter, por bueno y puro que sea, que no se pueda destruir con el rid?culo, por tosco y mezquino que sea. Observemos al asno, por ejemplo: su car?cter es casi perfecto, es el esp?ritu...

Esta es la historia m?s triste que jam?s he o?do. Hab?amos tratado a los Ashburnham durante nueve temporadas en la ciudad de Nauheim con gran intimidad..., O, m?s bien, hab?amos mantenido con ellos...

Aunque t? nos has dicho, y has dicho muy bien, que el que lanza al mundo un libro con sus tachas buenas o malas, debe responder de todas, confi?selas o no, quiero, a buena cuenta y por lo que valga,...

ISABELA: Duque Octavio, por aqu? podr?s salir m?s seguro. JUAN: Duquesa, de nuevo os juro de cumplir el dulce s?. ISABELA: Mis glorias ser?n verdades promesas y ofrecimientos, regalos y...

ISABELA: Duque Octavio, por aqu? podr?s salir m?s seguro. JUAN: Duquesa, de nuevo os juro de cumplir el dulce s?. ISABELA: Mis glorias ser?n verdades promesas y ofrecimientos, regalos y...

Muy bien haces, oh alma, en buscarle siempre escondido, porque mucho ensalzas a Dios y mucho te llegas a ?l, teni?ndole por m?s alto y profundo que todo cuanto puedes alcanzar; y por tanto, no...

LAMBERTO: Pues a mi cargo has quedado, tu remedio est? a mi cuenta, y as? quiero darte estado. CABALLERO: Si tu amor honrarme intenta, trueca el nombre de cu?ado en el de hermano apacible; no fuerces...

Cierto d?a de Cuaresma, el 22 de marzo del a?o de gracia de 1718, un joven caballero de arrogante apariencia, de unos veintis?is o veintiocho a?os de edad, se encontraba hacia las ocho de la ma?ana...

El h?roe (por fuerza) de esta f?bula verdadera y mentirosa, don Carlos de Tarsis y Su?rez de Almondar, Marqu?s de Mudarra, Conde de Zorita de los Canes, era un se?orito muy gal?n y de hacienda...

Yo me llamo Natalis Delpierre. He nacido en 1761 en Grattepanche, una aldea en la Picard?a. Mi padre era labrador, y trabajaba en las tierras del marqu?s de Estrelle. Mi madre lo ayudaba en cuanto...

De qu? manera y en qu? estado entramos mi hermana y yo en el hotel de las Armas de Prusia; lo que hablamos y lo que pensamos por el camino, no lo s?; en vano he tratado muchas veces de recordarlo...

De qu? manera y en qu? estado entramos mi hermana y yo en el hotel de las Armas de Prusia; lo que hablamos y lo que pensamos por el camino, no lo s?; en vano he tratado muchas veces de recordarlo...

Un espl?ndido d?a de junio del a?o 455, justo cuando, en la hora tercia, en el circo M?ximo de Roma hab?a terminado el sangriento combate de dos gigantescos h?rulos contra una piara de jabal?es...

En el piso bajo de la izquierda de una humilde pero graciosa y limpia casa de la calle de Preciados, calle muy estrecha y retorcida en aquel entonces y teatro de la refriega en tal momento, viv?an...

Durante todo el d?a 24 de diciembre, los hijos del consejero m?dico Stahlbaum no pudieron entrar en ning?n momento en la sala, y menos a?n en el sal?n de gala contiguo. Fritz y Marie estaban juntos,...

A servir a un grande desta Corte vino de un lugar de Navarra un hijodalgo, tan alto de pensamientos como humilde de bienes de fortuna, pues no le concedi? esta madrastra de los nacidos m?s riqueza...

CHINCHILLA: Gracias ? Dios, se?or m?o, que ha permitido que pises tierra en flamencos pa?ses. RODRIGO: Mala bestia es un nav?o. CHINCHILLA: M?s que mula de alquiler, si furiosa se desboca; pero, en...

RICARDO: Linda burla! FEBO: Por extremo! Pero, qui?n imaginara que era el duque de Ferrara? DUQUE: Que no me conozcan temo. RICARDO: Debajo de ser disfraz, hay licencia para todo; que aun el...

Cuando K lleg? era noche cerrada. El pueblo estaba cubierto por una espesa capa de nieve. Del castillo no se pod?a ver nada, la niebla y la oscuridad lo rodeaban, ni siquiera el m?s d?bil rayo de luz...

Esto no es una narraci?n fant?stica; es tan s?lo una narraci?n novelesca. Es preciso deducir que, dada su inverosimilitud, no sea verdadera? Suponer esto ser?a un error. Pertenecemos a una ?poca...

Como se comprende, los sucesos referidos no eran los m?s a prop?sito para calmar el terror que reinaba en Werst. Ya no hab?a duda. No eran vanas amenazas las que lanz? la sombra parlante, que dir?a...